Por Juan Ávila
El Gp de Japón ha dejado sensaciones agridulces, para que negarlo. Por un lado nos ha hecho soñar con HRT el sábado...y por otro nos ha servido un jarrazo de agua fria en condiciones con el abandono de Alonso. Y todo un jarrazo de agua fria en condiciones, de los que llevan cubitos de hielo de los buenos, de esos que se compran en las gasolineras a las 12:00 de la noche. A las primeras de cambio nos hemos quedado sin la batalla épica que suele prometer Fernando cuando le han venido mal dadas el día anterior. Pero con todo y con eso, con toda esa frustración de por medio, hoy no hemos podido dejar de dibujar una leve sonrisa al ver acabar al gran Kamui Kobayashi en el cajón de los elegidos para la gloria, al que sólo acceden tres por carrera. Hoy por fin, Kamui se ha estrenado, se ha desvirgado con el sabor que ofrece la gloria de los Domingos. Por un momento, Japón ha estallado y todos nos hemos sentido un poquito de la tierra del Sol Naciente.
Lo de Kobayashi ha sido mágico, para que negarlo. No negaré que hablo con menos objetividad que en otras ocasiones al reconocer que Kamui es una de mis debilidades. Rápido y agresivo como pocos pilotos en la parrilla, suele tener la suficiente cabeza para no ejercer de kamikaze cuando se trata de la lucha cuerpo a cuerpo. Es agresivo, sí, pero limpio y justo en las mamiobras. No es nada que se diga al azar, pues me cuesta recordar sanciones y maniobras donde él haya provocado accidentes. Ha estado involucrado en muchos menos que otros rivales de pista, y eso, siendo japonés, es como si fuera contranatura. Y es que nos guste o no, los japoneses siempre han sido reconocidos como pilotos valientes pero con cierto punto temerario. En los coches y en las motos, parecen siempre llevar en su gen el espíritu de aquellos pilotos que dentro sus "zeros", en la segunda guerra mundial, se estrellaban contra los barcos para destruir al enemigo, aun a costa de su propia vida. Kamui, siendo valiente y agresivo como es, no suele llevarse a nadie por delante y sin embargo suele ofrecer maniobras para el recuerdo. Y si bien esta se le reconoce como su principal virtud, dista de ser la única. Esto lo sabe bien Pedro de la Rosa, que al coincidir con él en Sauber pudo comprobar de primera mano como un piloto novato llevaba el coche hasta el final de la carrera con una inusitada inteligencia estratégica, cuidando los neumáticos como nadie y sabiendo estar en el sitio y en el momento adecuado. No es casualidad que terminara con más puntos que nuestro querido Pedro a pesar de ir empatados en las calificaciones. Es Kamui por tanto un piloto muy completo.
Pero tanto elogio venía siendo oscurecido por las virtudes de su compañero, justo en un año en donde tenían coche para hacer pódium con alguna frecuencia. Sergio, el elegido de McLaren, había logrado robarle un protagonismo al luchar en 3 ocasiones por la victoria, por el pódium, por la gloria que hoy el japonés ha hecho suya. Tanto era así que ha sido objeto de rumores sobre su futuro en Sauber. Algo un tanto injusto aunque los pódiums de Pérez hablaran en un tono más alto. Sergio ha terminado en 5 ocasiones en los puntos, acumulando 66 en total (un 8º, un 2º, un 3º, un 9º, un 6º y un 2º) . Kamui, por contra , lo ha hecho en 6 ocasiones (un 6º, un 5º, un 9º, un 4º, un 9º y un 3º ) acumulando 50 puntos. La mayor diferencia, está por tanto en esos 2 pódiums que marcan la diferencia en las cuentas finales. Si vemos el resto de datos, son números muy similares entre ambos. La diferencia, salir 3 veces en los focos por no haber salido ninguna (hasta hoy, claro está). Eso valía poner a uno en el mercado y a otro en la puerta de salida. Y en cierta medida, no era justo. Kamui estaba haciendo un trabajo muy similar aunque no estuviera tocado por la varita del cajón de las glorias mayores. Pero eso, de alguna manera, ha cambiado para bien en el mejor sitio posible. Japón, su tierra.
Pero ¿cual es el motivo por el que pensamos que era el mejor sitio posible para conseguir su cuota de gloria (razones hogarenas aparte)? Muy sencillo, la gloria no es sólo el conseguirla, sino el saber acompañarla del eco necesario para que retumbe más que nunca. Y en Japón, la pasión de sus paisanos por el automovilismo y las carreras, ha ejercido de acompañamiento inmejorable. No es ningún secreto que los pilotos se sienten increíblemente rodeados de un ambiente sin parangón cuando llegan aquí. Es el gp con más asistencia de todo el año, con más aficionados, con más apasionados por este deporte. Es posible ver a gente con camisetas de equipos de F1 que ya no existen, y eso, a los pilotos, prensa y personal de la F1 en general, les llega al alma. Por eso, conseguir un pódium aquí mientras todo el circuito corea al unísono "¡¡¡Kaaaaamuuuuuuuiiiiiii, Kaaaaamuuuuuuuiiiiiii, Kaaaaamuuuuuuuiiiiiii!!!!" pone los pelos de punta. Incluso sin ser japonés, se te eriza necesariamente el vello de los brazos. Kamui, el hombre del espéctaculo sobre la pista, obtiene por fin su premio, y en el mejor gp posible. Por todo ello, la recompensa de hoy venía acompañado del eco necesario para que retumbe entre los boxes de todos los equipos. Hay un pedazo de piloto que vale todos los gritos de ánimo que todas las almas en Suzuka le obsequiaban. Y en este mercado de la F1 donde vales lo mismo que tu última carrera, la cotización de Kobayashi seguro que ha subido lo suficiente como para hacerle acreedor de un aval adicional para conservar su asiento. Si no es en Sauber, será en otro equipo, pero tipos y pilotos como Kamui son imprescindibles en una F1 que ultimamente sobrevalora pilotos que no dejan ni frio ni caliente al aficionado a este deporte. Ver como se comenta que pilotos como Hulkenberg pueden optar a un asiento en Ferrari hace que se te revuelvan las tripas.¿Que ha aportado Nico a este deporte? ¿que ha hecho para que se le suponga tanto talento? Siempre ha quedado por detrás de sus compañeros de equipo (primero contra Barrichello, ahora contra Di Resta) y en la pista no es alguien que emocione ni por el uso de sus estrategias ni por su lucha cuerpo a cuerpo. Ni siquiera fuera de las pistas tiene ese aura especial de los campeones. Pero ahí está, en las quinielas para sustituir a Kamui en Sauber o a Massa en Ferrari. Por ello, lo hecho hoy por Kamui es el escaparate necesario que necesitaba para reclamarse, auantando de la manera que lo ha hecho a todo un Button con un McLaren en teoría superior, al que todo el mundo daba por adelantando a Kobayashi en las vueltas finales del Gp. Pero el japonés, lejos de arrugarse, ha aguantado como un jabato y se ha reclamado ante el mismo piloto contra el que se reclamó la primera vez. Entonces corría en Toyota y ofreció una guerra sin cuartel a Jenson Button en Brasil que le supuso atraer las miradas de todo el mundo. Y no sólo eso, sino que le valió que Toyota le comprara el asiento en Sauber a pesar de que se retiraban de la F1.
Lo de Kobayashi ha sido mágico, para que negarlo. No negaré que hablo con menos objetividad que en otras ocasiones al reconocer que Kamui es una de mis debilidades. Rápido y agresivo como pocos pilotos en la parrilla, suele tener la suficiente cabeza para no ejercer de kamikaze cuando se trata de la lucha cuerpo a cuerpo. Es agresivo, sí, pero limpio y justo en las mamiobras. No es nada que se diga al azar, pues me cuesta recordar sanciones y maniobras donde él haya provocado accidentes. Ha estado involucrado en muchos menos que otros rivales de pista, y eso, siendo japonés, es como si fuera contranatura. Y es que nos guste o no, los japoneses siempre han sido reconocidos como pilotos valientes pero con cierto punto temerario. En los coches y en las motos, parecen siempre llevar en su gen el espíritu de aquellos pilotos que dentro sus "zeros", en la segunda guerra mundial, se estrellaban contra los barcos para destruir al enemigo, aun a costa de su propia vida. Kamui, siendo valiente y agresivo como es, no suele llevarse a nadie por delante y sin embargo suele ofrecer maniobras para el recuerdo. Y si bien esta se le reconoce como su principal virtud, dista de ser la única. Esto lo sabe bien Pedro de la Rosa, que al coincidir con él en Sauber pudo comprobar de primera mano como un piloto novato llevaba el coche hasta el final de la carrera con una inusitada inteligencia estratégica, cuidando los neumáticos como nadie y sabiendo estar en el sitio y en el momento adecuado. No es casualidad que terminara con más puntos que nuestro querido Pedro a pesar de ir empatados en las calificaciones. Es Kamui por tanto un piloto muy completo.Pero tanto elogio venía siendo oscurecido por las virtudes de su compañero, justo en un año en donde tenían coche para hacer pódium con alguna frecuencia. Sergio, el elegido de McLaren, había logrado robarle un protagonismo al luchar en 3 ocasiones por la victoria, por el pódium, por la gloria que hoy el japonés ha hecho suya. Tanto era así que ha sido objeto de rumores sobre su futuro en Sauber. Algo un tanto injusto aunque los pódiums de Pérez hablaran en un tono más alto. Sergio ha terminado en 5 ocasiones en los puntos, acumulando 66 en total (un 8º, un 2º, un 3º, un 9º, un 6º y un 2º) . Kamui, por contra , lo ha hecho en 6 ocasiones (un 6º, un 5º, un 9º, un 4º, un 9º y un 3º ) acumulando 50 puntos. La mayor diferencia, está por tanto en esos 2 pódiums que marcan la diferencia en las cuentas finales. Si vemos el resto de datos, son números muy similares entre ambos. La diferencia, salir 3 veces en los focos por no haber salido ninguna (hasta hoy, claro está). Eso valía poner a uno en el mercado y a otro en la puerta de salida. Y en cierta medida, no era justo. Kamui estaba haciendo un trabajo muy similar aunque no estuviera tocado por la varita del cajón de las glorias mayores. Pero eso, de alguna manera, ha cambiado para bien en el mejor sitio posible. Japón, su tierra.
Pero ¿cual es el motivo por el que pensamos que era el mejor sitio posible para conseguir su cuota de gloria (razones hogarenas aparte)? Muy sencillo, la gloria no es sólo el conseguirla, sino el saber acompañarla del eco necesario para que retumbe más que nunca. Y en Japón, la pasión de sus paisanos por el automovilismo y las carreras, ha ejercido de acompañamiento inmejorable. No es ningún secreto que los pilotos se sienten increíblemente rodeados de un ambiente sin parangón cuando llegan aquí. Es el gp con más asistencia de todo el año, con más aficionados, con más apasionados por este deporte. Es posible ver a gente con camisetas de equipos de F1 que ya no existen, y eso, a los pilotos, prensa y personal de la F1 en general, les llega al alma. Por eso, conseguir un pódium aquí mientras todo el circuito corea al unísono "¡¡¡Kaaaaamuuuuuuuiiiiiii, Kaaaaamuuuuuuuiiiiiii, Kaaaaamuuuuuuuiiiiiii!!!!" pone los pelos de punta. Incluso sin ser japonés, se te eriza necesariamente el vello de los brazos. Kamui, el hombre del espéctaculo sobre la pista, obtiene por fin su premio, y en el mejor gp posible. Por todo ello, la recompensa de hoy venía acompañado del eco necesario para que retumbe entre los boxes de todos los equipos. Hay un pedazo de piloto que vale todos los gritos de ánimo que todas las almas en Suzuka le obsequiaban. Y en este mercado de la F1 donde vales lo mismo que tu última carrera, la cotización de Kobayashi seguro que ha subido lo suficiente como para hacerle acreedor de un aval adicional para conservar su asiento. Si no es en Sauber, será en otro equipo, pero tipos y pilotos como Kamui son imprescindibles en una F1 que ultimamente sobrevalora pilotos que no dejan ni frio ni caliente al aficionado a este deporte. Ver como se comenta que pilotos como Hulkenberg pueden optar a un asiento en Ferrari hace que se te revuelvan las tripas.¿Que ha aportado Nico a este deporte? ¿que ha hecho para que se le suponga tanto talento? Siempre ha quedado por detrás de sus compañeros de equipo (primero contra Barrichello, ahora contra Di Resta) y en la pista no es alguien que emocione ni por el uso de sus estrategias ni por su lucha cuerpo a cuerpo. Ni siquiera fuera de las pistas tiene ese aura especial de los campeones. Pero ahí está, en las quinielas para sustituir a Kamui en Sauber o a Massa en Ferrari. Por ello, lo hecho hoy por Kamui es el escaparate necesario que necesitaba para reclamarse, auantando de la manera que lo ha hecho a todo un Button con un McLaren en teoría superior, al que todo el mundo daba por adelantando a Kobayashi en las vueltas finales del Gp. Pero el japonés, lejos de arrugarse, ha aguantado como un jabato y se ha reclamado ante el mismo piloto contra el que se reclamó la primera vez. Entonces corría en Toyota y ofreció una guerra sin cuartel a Jenson Button en Brasil que le supuso atraer las miradas de todo el mundo. Y no sólo eso, sino que le valió que Toyota le comprara el asiento en Sauber a pesar de que se retiraban de la F1.
Por todo esto, por la forma de conseguirlo, por el espectáculo que ha ofrecido en el pódium (hablando en japonés a la misma velocidad que ha pilotado, de infarto) y quedándose con los focos del gp de japón, con todo un circuito coreando su nombre, Kamui se merece la repercusión que ha tenido. Y no sólo eso, sino lo que seguramente conllevará ese hecho. A Nico le valió una pole ficticia en Brasil que se diluyó al día siguiente en una 8ª en las primeras vueltas del gp. De ello vivió para llegar a Force India. Ahora, la actuación de Kamui en Japón espero que le sirva al menos para lo mismo, pues deportivamente y extradeportivamente aporta cosas que en otros no encontramos. Y es que dar espectáculo en la pista sin llevarte a nadie por delante no está al alcance de todos. Un espejo donde deberían mirarse algunos...
¡Grande Kamui!
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