martes, 9 de octubre de 2012

LA SALIDA DE SCHUMACHER DE MERCEDES Y LAS FORMAS...

 
Por Juan Ávila
 
No ha pasado todavía mucho tiempo de la salida de Schumacher de Mercedes y ya se empiezan a conocer detalles reveladores de como se produzco la misma y como el fichaje de Hamilton lo precipitó todo. Lo cierto es que los números de Michael esta temporada no dejan de dar la razón de Nobert Haug y Ross Brawn. Traer a Hamilton al equipo es una ganancia se mire por donde se mire, eso es cierto. La salida de Schumacher, además, es algo que  matematicamente, podría estar perfectamente justificada por una cuestión de puntos en el Campeonato. Pero también es cierto que si profundizamos en esos números, lo cierto es que la cantidad de puntos que atesora son más fruto de la labor de Mercedes con su monoplaza que de la pericia de Michael al volante. ¿Por qué? pues porque de los 15 gp's disputados hasta la fecha, en 7 abandonó y en 5 de ellos fue culpa de la fiabilidad del monoplaza. Es más, en las Calificaciones, Schumy por fin estaba al nivel de Nico y andaban empatados en las veces que uno había quedado por delante del otro. Es decir, Schumacher podría ser sustituido perfectamente por Lewis hamilton, pero nunca debía haber salido de la marca de la manera en que le hicieron salir...
 
 
 
Para que no se malinterprete, en este artículo no se trata de defender la trayectoria de Schumacher. Es tan impresionante que se defiende por si cola: 7 títulos mundiales, ahí queda eso. Es más, es posible que se diga, y con razón, que su vuelta ha estado por debajo de las expectativas generadas. Es un 7 veces Campeón del Mundo y se esperaba que dominara a Nico Rosberg a placer. Pero con todo y con eso, cuando uno descubre como sucedió todo, no deja de emitir un cierto olor a falta de respeto con la trayectoria de alquien que, guste más o guste menos, tiene un caché suficiente como para ofrecer una salida diferente, más decorosa, teniendo en cuenta lo que ha dado a una marca como Mercedes...
 
Sí, lo admito, es cierto que ha cobrado en base a su condición de heptacampeón, que algunos comportamientos en pista han estado fuera de lugar (el año pasado con Barrichello, por ejemplo) pero a Mercedes, con todo y con eso, le ha dado más de lo que ha recibido de la marca. Porque Michael en F1 lo era todo y no tenía nada más que ganar, y Mercedes, mal que les pese, no es todavía escudería de pedigree como para que pudiera aportar a Schumacher en la misma proporción. Es más, el nombre de Schumacher ha sido tan poderoso durante estos tres años que ha ejercido de paraguas comercial impagable para la marca de Sttutgart, y aunque ya sólo fuera por eso, el Kaiser se merecía otras formas en su salida de una escudería que le recibió con los brazos abiertos. Y es que si a Pedro, por poner un ejemplo, en HRT le hicieron una celebración con la gran mayoría de sus compañeros del paddock para celebrar los 100 grandes premios que cumplía desde Australia'99 (¡que grande y emocionante fue verle cruzar 6º entonces!)...¿que no merecería la despedida del mejor piloto de todos los tiempos (auqnue sea por palmarés)?¿No merecía algo más que unas palabras detrás de una mesa?¿no merecía que se hubiera anunciado un par de días antes, dándole la atención exlusiva que se merecía ese hecho?. La F1 no conoce de romanticismos, eso está claro, por mucho que hayas ganado, porque se vive siempre en el presente, de lo hecho en tu última carrera...pero de eso a esto hay un paso. Como dicen en http://www.caranddriverthef1.comla salida del Kaiser. el que se anunciara tan pronto el fichaje de Lewis, no hizo otra cosa que hacer sentir al alemán que se le echaba del equipo (como con una vulgar patada, todo sea dicho)
 
 
En definitiva, teniendo en cuenta los vínculos que unían a Schumacher con Ross Brawn, lo que había supuesto para Schumacher traicionar a la leyenda de su estancia con Ferrari, los 7 títulos que atesora...hay unos mínimos que se deberían haber cumplido en su salida. La F1 es un deporte donde a menudo te reciben con una sonrisa y te despiden con una patada (que le pregunten a Pedro con Tom Walkinshaw,Niki Lauda y Peter Sauber) pero hay ciertas situaciones que no se deberían haber dado, aunque sea por el prestigio de la propia disciplina. Cuesta creer que los americanos hubieran despedido de similar manera a uno de sus héroes del automovilismo, por ejemplo. Pero se hace difícil creer que Bernie, tan atento para estas cosas, no hubiera intercedido para organizarlo de otra manera, para preocuparse por las formas en que todo un heptacampeón abandona la F1. En todo caso, siempre se pueden sacar lecciones positivas de casos como el del Kaiser, y es que más vale protegerse siempre con contratos a prueba de balas y con cotas de malla medievales (a prueba de puñaladas por la espalda) porque este deporte, cuando quiere, no entiende de la palabra dada ni de las formas en las despedidas. Quienes tengan así firmados sus contratos, enhorabuena, quienes no, que les sirva de aviso a navegantes. Como se dice en estos casos: "Te recibo con sonrisas y palmadas, pero te despide mi sr. burofax..."

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